Se
jugó el tercer capítulo del liguista 2013 y en Henderson el clásico termino
igualado en 2 goles tras 90 minutos de
futbol dinámico y emocionante. La tarde dominguera reunió todos los condimentos
deseados para esta clase de partidos. Un clima primaveral, excelente asistencia
de público de ambos lados, el color y el folclore impuesto por los hinchas y
las emociones futbolísticas que se sueña tener en el día mas esperado por los
amantes de este deporte.
El comienzo del encuentro mostró a Juventud más
ordenado y con serias intenciones de lastimar con las armas que adquirió al
contratar actores de buen pie. El debut de Pablo Abuin en la zaga central desnudó
ante los presentes sus laureles y porqué su curriculum era tan bueno en la
previa. Otro enorme primer tiempo de Rendani que no le peso el clásico y
demostró con creces su nivel diferente. Además Bernard siempre la pidió y
desplegó 45 minutos destacados rubricados con un golazo a 12 minutos del
comienzo. También fue bueno el trabajo sacrificado de Alexis Rodríguez que fue
un problema sin solución para la defensa rojiverde.
Por su parte, Fobal tuvo un primer tiempo
pobre, no encontró caminos potables para inquietar a Olgado. Todos sabemos que
los dirigidos por Loza generan mucho por arriba, pero su estratega y encargado
de la pelota parada (Maxi Ochoa) no jugó en su plenitud física que lo privó
claramente de jugar en su nivel. Se destacó el corazón y la garra de Santos,
flojo partido de Pérez que no pudo alimentar el hambre de gol que siempre tiene
Iriarte.
Claramente el primer tiempo fue favorable a
la Juve, así fue que tras un pase notable de Rendani, Tito Bernard quedó solo
frente a Canollan a quien tras un par de amagues lo desparramó en el piso y sin
oponentes con tranquilidad definió suave para concretar una definición
exclusiva para los distintos. Los instantes siguientes continuaron siendo
manejados por los de Peredo, pero no supieron golpear de nuevo y dejaron
reaccionar al semifinalista 2012. Al promediar la primera parte sale un
pelotazo para el ex goleador del campeón, que la para de pecho en el corazón
del área y cuando se disponía a empatar Luis Martin se lo impide con su brazo
generando un claro penal. Maxi Ochoa lo ejecuta al sector opuesto del que elige
el arquero y decreta el empate con sabor a mucho por lo hecho previamente por
ambos.
Parecía
que el empate era fija para el entretiempo. Bernard ejecuta un tiro libre con rosca
y envenenado para complicar a Canollan. El arquero deja el rebote justo para la
entrada de Piccirillo que sin marca vence por 2da vez el arco rojiverde y
desata el delirio visitante.
El inicio del complemento mostro a Fobal
volcado en ataque y jugado en el fondo, Juventud replegado apostando a la contra para
liquidar el pleito. Fobal, mas con empuje que futbol, inclinó la cancha y más
aun cuando la Juve perdió un jugador. Sternari ya amonestado cometió una falta
innecesaria en el círculo central y Berrutti de muy buena tarde le mostró el
camino del vestuario. Ahí fue cuando los de Loza sintieron su posibilidad de
igualar el clásico y tal vez con más chances de ganarlo.
Al promediar el complemento, Facundo Iriarte
recibió la redonda en el punto penal, giró dejando atrás a su marcador y ante
la salida de Olgado la clavó arriba para empatar nuevamente el partido. Quedaba
mucho para el final y todo estaba servido para Fútbol Club. La sensación de
triunfo se vestía de rojo y verde pero el fútbol es imprevisible lo que genera
expectativa e ilusión ante cualquier adversidad. Bernard le pone un pase al
vacio a Rodríguez que pica solo y enfrenta a Canollan, en la media luna se la
toca por un costado y cuando se iba al 3ro el arquero lo derriba dejando con 10
también a Fobal.
Loza no tenía más cambios por lo cual mandó
a Mancisidor al arco. Sobre el final lo tuvieron los 2 para ganarlo pero la
ineficacia en la definición los dejó sin triunfo. Se fue el clásico de la
ciudad dejando una hermosa tarde futbolera donde todo fue en paz y regresando a
casa con la alegría de haber presenciado
uno de los mejores clásicos de los últimos años.
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