Pese a presentar algunas características distintas, el
segundo encuentro válido por las revanchas de las semifinales también fue
apasionante y vibrante. Calaveras tuvo su desquite, ya que venció
categóricamente 3 a 0 a Maderense fundamentalmente gracias a un muy buen
segundo tiempo, el cual transitó con un jugador menos. Matías Tolosa abrió el
marcador, mientras que los restantes goles fueron convertidos por su hombre más
desequilibrante: Pablo Cioffi.
Además de los citados, el arquero Víctor Volpe y el
mediocampista central Maximiliano Coronel fueron determinantes en el
rendimiento del conjunto vencedor. El partido se desarrolló en un repleto
estadio 7 de Abril, donde centenares de personas alentaron a los del matadero y
a los albiverdes.
La visita mostró dos caras. Una en los primeros 45
minutos, en los que fue superior a su rival y controló la mayor proporción de
las acciones divididas; y otra en el complemento, porque no supo sacar provecho
de la expulsión de Patricio Vicente y disminuyó notablemente su performance. Además, los dirigidos por Rubén Aguirre no
estuvieron finos en las muy claras chances que protagonizaron.
Inversamente proporcional, Calaveras fue de menor a
mayor. Comenzó nervioso, impreciso y muy errático en todas sus líneas, en un
contexto donde sólo pudo inquietar al arquero Diego Calandria a través de un
soberbio remate desde media distancia de Tolosa, y mediante un peligroso
cabezazo de Cioffi que pegó en el travesaño.
Pero tuvo que sufrir la pérdida de un futbolista para
brindar su mejor versión. En la etapa final encontró espacios y eligió jugar
por abajo, un camino que no exploró durante el inicio. Se multiplicó en la
mayoría de los sectores, a través de una agresiva y efectiva marca que le
permitió adueñarse de la pelota una y otra vez.
Con el dominio en su poder el conjunto de Folgar exhibió
otra faceta, en la que priorizó el criterioso traslado de la pelota. Esta
tendencia le dio sus frutos, ya que pudo anotar tres valiosos goles que le
permitirán jugar un tercer y definitorio duelo el próximo miércoles.
PRIMER TIEMPO
Pese a no ser claramente superior, Maderense consiguió
superar a Calaveras en el comienzo del partido. A los 9´ ensayó una gran
contra, capitalizada por Agustín Cassavechia, Nicolás Lucero y Paul Vaquié,
pero este último cabeceó al palo. Fue el primer suspiro de la tarde, que recién
tuvo su correlato en el otro arco 26 minutos más tarde.
Matías Tolosa, en un clima adverso para su equipo, era de
los pocos locales que intentaban progresar a través de jugadas individuales.
Encontró tiempo, espacio y perfil para desenfundar un lejano remate que
descolgó maravillosamente el golero Calandria. Inmediatamente después, el
córner tuvo como destino la cabeza de Cioffi y el posterior beso al palo
horizontal del arco mencionado.
Andes de que se baje el telón del primer acto, los dueños
de casa sufrirían la expulsión de Patricio Vicente por doble amarilla. El
lateral izquierdo desestabilizó a Lucero, cuando éste se disponía a recibir una
descarga que lo depositaba en un peligroso mano a mano. De esta manera el juez
Guillermo Bartolome daba por finalizado el tiempo inicial, con un panorama que
parecía otorgarle una importante tranquilidad a Maderense y una inquietante
realidad a Calaveras.
SEGUNDA ETAPA
Nada de lo expresado en el cierre del párrafo anterior
sucedió. Increíblemente Calaveras se adaptó mejor a la adversidad y rápidamente
dio aviso de su evolución. A los 8´ Gerardo Martínez asistió de cabeza a
Bernardo Larroude, quien también por vía área definió a centímetros de la valla
contraria.
De todas maneras el minuto 17 marcaría una especie de
quiebre en este partido. Una maniobra objetivamente descomunal de Víctor Volpe,
sobre la línea de su propio arco, evitó el tanto de Maderense. Paul Vaquié
disparó violentamente dentro del área chica contraria, pero se encontró con
quizás la mejor atajada del campeonato.
Los locales sintieron dicho impacto y capitalizaron como
gol propio la genialidad de su número 1. Tres minutos más tarde un inspirado
Gerardo Martínez estuvo a punto de abrir el marcador durante una de sus
incesantes proyecciones. Su decisión finalizó en el sector lateral externo de
la red que daba al Acceso Güemes.
A los 23´ llegaría la tan ansiada apertura del marcador
por parte de la parcialidad albinegra. La visita le sirvió en bandeja un tiro
libre a centímetros del área grande, tras una infracción. El encargado de la
ejecución fue Matías Tolosa, quien se encargó de llenar de gol la boca de
centenares de personas.
Aprovechando el desconcierto de Maderense, Calaveras no
se conformó con el 1 a 0 y fue por más. Cuando iban 28´ Pablo Cioffi encabezó
una brillante acción personal y estiró a dos la diferencia. Pero el delantero
nacido en la localidad platense de Los Hornos volvería a estampar su apellido a
los 42´ para decretar el definitivo 3 a 0, cuando encestó una muy buena
maniobra colectiva iniciada por Maximiliano Coronel y Gerardo Martínez.
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